viernes, 19 de octubre de 2012

El Polvo del Pasado


Tercera entrada

16 de julio
10:45 p.m.

El día de mañana haré una fiesta con pretexto de festejar mi regreso al mundo de concertista, por tanta carne que hay en mi refrigerador. No puedo dejar que se eche a perder, mas de lo que ya estaba.

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17 de julio
12:00p.m.

La tarde fue deliciosa. Sasha me ha elogiado como una gran cocinera  y por fin pudo interpretar una pieza de manera respetable. No pude evitar abrazarla.

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21 de julio
07:00 a.m.

He estado muy nerviosa. No puedo dejar de soñar con las paredes entre las cuales  mi padre me enseñó a tocar piano.
Tocar piano me recuerda a mi padre, y cocinar me recuerda a mi madre.
Todo siempre tuvo que ser perfecto para mis padres. Yo no tuve la oportunidad de elegir nada, pero no me importaba. Siempre fui superior a la mayoría de mis compañeros y colegas. Siempre fui la que más destacó en todo lo que me propuse. Eso es lo que mi padre hubiese querido.
 Y le di la oportunidad de ver mi primer gran trabajo, en  lo que nadie podrá ganarme nunca.
 Le arrebaté todo lo que tenía…Su música, su fortuna, sus conocimientos y su último aliento.
Era una tarde de invierno como en las que me pasé horas frente a la elegante dualidad del negro y el blanco. El traía el azote, y mi cabello estaba amarrado a la silla de nuevo.
Toqué como nunca,  y me regaló por primera vez una sonrisa  de aprobación. Entonces  saqué de mi bolsillo la navaja que guardaba desde ese otro incidente. Corté mi cabello y luego su garganta. Ya no tenía nada que enseñarme.
Yo tengo que enseñarle a  Sasha. Lo necesito, quiero verla crecer, y continuaré a las 9:30 de hoy, que ya se aproxima, así que prepararé el plato de fruta de siempre.

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6 de agosto
05:00 a.m.

Hoy hace 29 años, mi madre  a esta hora tenía dolores de parto.
Yo fui su única hija, y no debía estar viva según el médico. Pero ella luchó por mantenerme viva. Iré a ver la casa de campo donde crecí en Abakán. Ya he comprado los boletos. Mi vuelo no saldrá sino hasta dentro de cuatro horas, pero no me siento tranquila. Odio esta fecha. La detesto con cada partícula de mi ser.
Como sea, prepararé mi desayuno… Es curioso, pues mi madre fue la que me enseño a cocinar, y cuando ella murió, mi padre deseaba que fuese tan buena como ella. Lo logre.

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